Uruguay luchó y sufrió el viernes para imponerse por 2-3 a una complicada Ucrania en Khárkov, en un encuentro en el que los europeos desarrollaron un mejor juego pero a los que le falló oficio para liquidar a los campeones de América.
Andriy Yarmolenko, en apenas 13 segundos de juego, abrió el marcador para Ucrania, mientras que Yevhen Konoplianka anotó el segundo para los locales en la jugada posterior al empate uruguayo logrado por Álvaro González en el 44.
Diego Lugano marcó el 2-2 en el minuto 60 y la remontada celeste culminó con un gol de Abel Hernández en el minuto 86.
El rápido gol inicial de Ucrania llegó tras una muy buena jugada colectiva culminada por Yarmolenko después de que Maximilano Pereira perdiera la primera pelota del partido.
El golpe desconcertó a los flamantes campeones de América, a los que costó asumir el error mientras los ucranianos desplegaban un juego veloz y con mucho pase que los uruguayos no esperaban.
Poco a poco, a base de cortar el juego con faltas, los dirigidos por Óscar Washington Tabárez pudieron hacer pie y comenzaron a desplegar su propio juego y a penetrar en campo rival.
Aún así, Ucrania demostró un mejor estilo y gozó de varias oportunidades para ampliar el marcador, interrumpidas por las buenas acciones del arquero Fernando Muslera y por la cada vez más apurada defensa celeste.
Solo hacia el final de la primera mitad los uruguayos comenzaron a hacer brillar un poco su jerarquía a través de Luis Suárez, que estrelló un balón en el palo.
En el minuto 44, el Tata González empató para Uruguay con un disparo directo desde fuera del área que se introdujo en las redes con la necesaria cooperación del arquero Shovkovskiy.
La alegría uruguaya duró menos de un minuto, el tiempo suficiente para que el infatigable Yarmolenko, el mejor de los ucranianos, habilitara al joven Konoplianka para que este batiera por alto a Muslera y pusiera justicia en el marcador en el minuto 44.
La reanudación comenzó con Muslera en acción al impedir en dos ocasiones que Ucrania liquidara el partido.
Sin embargo, esta falta de definición ofreció una oportunidad a los uruguayos, que poco a poco presionaron con mayor efectividad y lograron jugar algunos minutos en la cancha rival y gozaron de una mayor posesión.
Fue el capitán Lugano quien puso el 2-2 en el marcador al cabecear a la red un saque de falta en el minuto 60.
El empate dolió a los ucranianos, que se fueron dejando ganar el espacio por una crecida selección celeste, dispuesta a emplear su oficio para llevarse el juego.
Así las cosas, Ucrania dejó de practicar el fútbol rápido que había dañado a los uruguayos y pareció contentarse con el empate, un error que Uruguay les haría pagar muy caro con un buen pase de Suárez que dejó completamente solo en el área a Hernández para que anotara en el minuto 86 y permitiera a los celestes llevarse una sufrida victoria.
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