Uruguay obtuvo una inédita victoria en la altura de La Paz al doblegar 2-0 a Bolivia este jueves, por la primera fecha de la clasificatoria sudamericana para la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™, a pesar de no contar con sus estrellas Luis Suárez y Edinson Cavani.
Los goles celestes fueron convertidos por Martín Cáceres (9) y Diego Godín (68), que le permitieron a Uruguay ganar por primera vez en los 3.600 metros de altitud de La Paz por clasificatorias mundialistas, donde hasta el presente había cosechado cuatro empates y cinco derrotas.
El extraordinario partido aumentó de valor, pues los charrúas no pudieron sumar para este partido con sus insustituibles estrellas Suárez (FC Barcelona) y Cavani (París Saint-Germain), ambos suspendidos.
Además, ni siquiera pudieron contar en la banca con su timonel Oscar Tabárez, quien siguió el partido desde el palco oficial del estadio, pues también debe cumplir una sanción disciplinaria de la Conmebol que arrastra de la Copa América en Chile.
Para la segunda fecha del premundial regional, el próximo martes, Uruguay será local ante Colombia en Montevideo y Bolivia se desplazará a Quito para enfrentar a Ecuador.
En el partido disputado en La Paz, Uruguay abrió el marcador a los 9 minutos, sin mucho esfuerzo y ante una floja defensa boliviana, que, presa del nerviosismo, no pudo evitar la caída de su arco.
El defensa Martín Cáceres aprovechó un débil despeje del meta local Daniel Vaca, tras un cabezazo de su compañero Abel Hernández, para rematar, casi sin marca.
Los bolivianos se sorprendieron con el tempranero tanto de los charrúas y mostraron serios desequilibrios en su funcionamiento: la defensa imprecisa, el medio sector más ordenado y la delantera voluntariosa, con Jhasmani Campos ejerciendo disparos de distancia.
Uruguay, en cambio, se mostró con más clase para estas lides y tratando de evitar la pérdida insulsa de aire en la altitud.
En la zaga, Diego Godín, del español Atlético Madrid, se encargó de mantener la firmeza, además, como buen capitán de su equipo.
Mucha acción en ofensiva
La iniciativa osciló entre las delanteras de los dos equipos, en los que descollaron con luces propias los porteros: el boliviano Vaca, del modesto Sport Boys boliviano, y el uruguayo Fernando Muslera, del Galatasaray turco, quien cada uno, en su momento, ahogaron el grito de gol de sus adversarios.
Bolivia siguió con su tarea de hacer el desgaste, de atacar y de quitar el balón, mientras Uruguay moviendo el acelerador del partido a su gusto y despejando el balón lo más lejos de su arco, cuando la presión ameritaba una acción poco ortodoxa.
El técnico altiplánico, Julio César Baldivieso, movió fichas, introduciendo al volante Damián Lizio por Alejandro Chumacero y a Rudy Cardozo por Campos, mientras que Uruguay metió a Diego Rolán por Abel Hernández.
Pero el ímpetu local no dio sus frutos, y fue Uruguay el que aumentó el marcador a los 68, por medio de Godín de golpe de cabeza. El meta local, que había tenido atajadas impecables, salió en falso y permitió que el espigado defensor central marcara con un cabezazo sobre el segundo palo.
El segundo tanto pareció causar una descarga mortal en Bolivia, pues naufragó más aún en la cancha, como confirmando los presagios uruguayos de que estaban al frente de la peor selección altiplánica.
Pareció que un eclipse solar cayó sobre la cancha del Hernando Siles y la oscuridad cubrió al elenco altiplánico, mientras Uruguay hacía el negocio redondo. Además, Bolivia terminó con diez hombres por la expulsión a los 70 minutos de Jair Torrico.
Los goles celestes fueron convertidos por Martín Cáceres (9) y Diego Godín (68), que le permitieron a Uruguay ganar por primera vez en los 3.600 metros de altitud de La Paz por clasificatorias mundialistas, donde hasta el presente había cosechado cuatro empates y cinco derrotas.
El extraordinario partido aumentó de valor, pues los charrúas no pudieron sumar para este partido con sus insustituibles estrellas Suárez (FC Barcelona) y Cavani (París Saint-Germain), ambos suspendidos.
Además, ni siquiera pudieron contar en la banca con su timonel Oscar Tabárez, quien siguió el partido desde el palco oficial del estadio, pues también debe cumplir una sanción disciplinaria de la Conmebol que arrastra de la Copa América en Chile.
Para la segunda fecha del premundial regional, el próximo martes, Uruguay será local ante Colombia en Montevideo y Bolivia se desplazará a Quito para enfrentar a Ecuador.
En el partido disputado en La Paz, Uruguay abrió el marcador a los 9 minutos, sin mucho esfuerzo y ante una floja defensa boliviana, que, presa del nerviosismo, no pudo evitar la caída de su arco.
El defensa Martín Cáceres aprovechó un débil despeje del meta local Daniel Vaca, tras un cabezazo de su compañero Abel Hernández, para rematar, casi sin marca.
Los bolivianos se sorprendieron con el tempranero tanto de los charrúas y mostraron serios desequilibrios en su funcionamiento: la defensa imprecisa, el medio sector más ordenado y la delantera voluntariosa, con Jhasmani Campos ejerciendo disparos de distancia.
Uruguay, en cambio, se mostró con más clase para estas lides y tratando de evitar la pérdida insulsa de aire en la altitud.
En la zaga, Diego Godín, del español Atlético Madrid, se encargó de mantener la firmeza, además, como buen capitán de su equipo.
Mucha acción en ofensiva
La iniciativa osciló entre las delanteras de los dos equipos, en los que descollaron con luces propias los porteros: el boliviano Vaca, del modesto Sport Boys boliviano, y el uruguayo Fernando Muslera, del Galatasaray turco, quien cada uno, en su momento, ahogaron el grito de gol de sus adversarios.
Bolivia siguió con su tarea de hacer el desgaste, de atacar y de quitar el balón, mientras Uruguay moviendo el acelerador del partido a su gusto y despejando el balón lo más lejos de su arco, cuando la presión ameritaba una acción poco ortodoxa.
El técnico altiplánico, Julio César Baldivieso, movió fichas, introduciendo al volante Damián Lizio por Alejandro Chumacero y a Rudy Cardozo por Campos, mientras que Uruguay metió a Diego Rolán por Abel Hernández.
Pero el ímpetu local no dio sus frutos, y fue Uruguay el que aumentó el marcador a los 68, por medio de Godín de golpe de cabeza. El meta local, que había tenido atajadas impecables, salió en falso y permitió que el espigado defensor central marcara con un cabezazo sobre el segundo palo.
El segundo tanto pareció causar una descarga mortal en Bolivia, pues naufragó más aún en la cancha, como confirmando los presagios uruguayos de que estaban al frente de la peor selección altiplánica.
Pareció que un eclipse solar cayó sobre la cancha del Hernando Siles y la oscuridad cubrió al elenco altiplánico, mientras Uruguay hacía el negocio redondo. Además, Bolivia terminó con diez hombres por la expulsión a los 70 minutos de Jair Torrico.
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