Botero, la cara del gol
Joaquín Botero es un hombre feliz. No todos los días se le gana 6-1 Argentina, y con menos frecuencia aún se puede presumir de ser el héroe del partido. El resultado quedará como uno de los más grandes momentos en la historia del fútbol boliviano, y los tres goles que marcó el delantero del Correcaminos mexicano podrá presumirlos toda su vida.
Por supuesto, aunque ese 1 de abril de 2009 jamás se borrará de la memoria del nueve de la selección del altiplano, quedan aún muchos retos por cumplir. Con la sencillez y humildad que acostumbra, el atacante compartió sus vivencias con FIFA.com.
Un triunfo para la historia
La primera pregunta fue, por supuesto, relativa al gran triunfo en La Paz frente a la Albiceleste. Y la respuesta, lógicamente, no pudo ser más entusiasta: "Estoy contentísimo, no todos los días se le hacen tres goles a Argentina y espero seguir por esa senda".
Pero no sólo fueron las ganas de hacer historia las que animaron al equipo verde, también el ansia de demostrar que no era menos que su ilustre rival. "Nos molestó un poco que en Bolivia se hablaba más de los jugadores argentinos que de nuestra selección, así que por ello salimos a demostrar lo que valíamos", afirma con convicción el máximo artillero histórico de la selección del altiplano.
"No todos los días se le hacen tres goles a Argentina y espero seguir por esa senda"
Botero muestra su satisfacción tras el gran triunfo sobre Argentina
Al final del encuentro, el enfoque había cambiado por completo, y eran los bolivianos los que celebraban la hazaña de su equipo. "La gente estaba contenta, feliz. Tardamos muchísimo en salir del estadio hasta el hotel. ¡Casi nunca le habían hecho seis goles a Argentina! Darle una alegría a un pueblo que está sufriendo muchas cosas, para el que no han sido fáciles estos años, es maravilloso".
El triunfo significó a Bolivia alcanzar 12 puntos en la fase clasificatoria sudamericana, aunque todavía está 5 unidades atrás del quinto puesto, que significaría un repechaje contra un equipo de CONCACAF. Botero es consciente de que el reto es complicado, y que necesitan un recorrido casi perfecto para soñar con Sudáfrica 2010. ¿Misión imposible? "Es difícil, pero matemáticamente tenemos ese chance. Mientras exista la vamos a pelear, nos quedan partidos difíciles, pero no nos daremos nunca por muertos", reconoce.
El regreso al primer plano
A pesar del gran resultado, para el delantero el fútbol boliviano todavía no está en momento de repetir las gestas inolvidables vividas a mediados de los años noventa. "Hasta ahora no hemos tenido la suerte de tener una gran camada como la del 94'. Hoy por hoy no sé qué es lo que estará pasando, pero está claro que hacen falta muchas cosas para volver a esos tiempos".
"Mientras exista chance vamos a pelear, nos quedan partidos difíciles, pero no nos daremos nunca por muertos".
Botero confía en los suyos para llegar a Sudáfrica 2010
Personalmente, la actuación frente a Argentina significó el regreso a los reflectores tras un período difícil, en el que no podía demostrar la valía que lo había hecho famoso en el continente. "No fue que tuviera un bajón. Tras un período muy bonito en los Pumas de México me fui a Argentina, a San Lorenzo, ahí tuve problemas personales y decidí renunciar. Estuve 9 meses sin jugar, y me perdí un poco, después volví a retomar con Bolívar y ahora estoy muy contento con Correcaminos".
No cabe duda que, como a otros jugadores sudamericanos, el fútbol mexicano le sienta bien a Botero. "En Pumas me trataron muy bien y me quedó algo, ser bicampeón del futbol mexicano. Eso me hizo querer volver al país y tratar de hacer cosas buenas acá. Tengo contrato hasta diciembre, estoy contento y tranquilo, aunque me gustaría jugar de nuevo en Primera División", señaló.
En uno de los grandes momentos de su carrera, el delantero está decidido a vivir el presente. "Todavía no pienso en el futuro, me quedan varios años de carrera y por lo pronto voy a disfrutarla. Después ya se verá", explica con el buen humor lógico de quien, con 31 años, sigue escribiendo historia. A puro gol, como es su costumbre.
Joaquín Botero es un hombre feliz. No todos los días se le gana 6-1 Argentina, y con menos frecuencia aún se puede presumir de ser el héroe del partido. El resultado quedará como uno de los más grandes momentos en la historia del fútbol boliviano, y los tres goles que marcó el delantero del Correcaminos mexicano podrá presumirlos toda su vida.
Por supuesto, aunque ese 1 de abril de 2009 jamás se borrará de la memoria del nueve de la selección del altiplano, quedan aún muchos retos por cumplir. Con la sencillez y humildad que acostumbra, el atacante compartió sus vivencias con FIFA.com.
Un triunfo para la historia
La primera pregunta fue, por supuesto, relativa al gran triunfo en La Paz frente a la Albiceleste. Y la respuesta, lógicamente, no pudo ser más entusiasta: "Estoy contentísimo, no todos los días se le hacen tres goles a Argentina y espero seguir por esa senda".
Pero no sólo fueron las ganas de hacer historia las que animaron al equipo verde, también el ansia de demostrar que no era menos que su ilustre rival. "Nos molestó un poco que en Bolivia se hablaba más de los jugadores argentinos que de nuestra selección, así que por ello salimos a demostrar lo que valíamos", afirma con convicción el máximo artillero histórico de la selección del altiplano.
"No todos los días se le hacen tres goles a Argentina y espero seguir por esa senda"
Botero muestra su satisfacción tras el gran triunfo sobre Argentina
Al final del encuentro, el enfoque había cambiado por completo, y eran los bolivianos los que celebraban la hazaña de su equipo. "La gente estaba contenta, feliz. Tardamos muchísimo en salir del estadio hasta el hotel. ¡Casi nunca le habían hecho seis goles a Argentina! Darle una alegría a un pueblo que está sufriendo muchas cosas, para el que no han sido fáciles estos años, es maravilloso".
El triunfo significó a Bolivia alcanzar 12 puntos en la fase clasificatoria sudamericana, aunque todavía está 5 unidades atrás del quinto puesto, que significaría un repechaje contra un equipo de CONCACAF. Botero es consciente de que el reto es complicado, y que necesitan un recorrido casi perfecto para soñar con Sudáfrica 2010. ¿Misión imposible? "Es difícil, pero matemáticamente tenemos ese chance. Mientras exista la vamos a pelear, nos quedan partidos difíciles, pero no nos daremos nunca por muertos", reconoce.
El regreso al primer plano
A pesar del gran resultado, para el delantero el fútbol boliviano todavía no está en momento de repetir las gestas inolvidables vividas a mediados de los años noventa. "Hasta ahora no hemos tenido la suerte de tener una gran camada como la del 94'. Hoy por hoy no sé qué es lo que estará pasando, pero está claro que hacen falta muchas cosas para volver a esos tiempos".
"Mientras exista chance vamos a pelear, nos quedan partidos difíciles, pero no nos daremos nunca por muertos".
Botero confía en los suyos para llegar a Sudáfrica 2010
Personalmente, la actuación frente a Argentina significó el regreso a los reflectores tras un período difícil, en el que no podía demostrar la valía que lo había hecho famoso en el continente. "No fue que tuviera un bajón. Tras un período muy bonito en los Pumas de México me fui a Argentina, a San Lorenzo, ahí tuve problemas personales y decidí renunciar. Estuve 9 meses sin jugar, y me perdí un poco, después volví a retomar con Bolívar y ahora estoy muy contento con Correcaminos".
No cabe duda que, como a otros jugadores sudamericanos, el fútbol mexicano le sienta bien a Botero. "En Pumas me trataron muy bien y me quedó algo, ser bicampeón del futbol mexicano. Eso me hizo querer volver al país y tratar de hacer cosas buenas acá. Tengo contrato hasta diciembre, estoy contento y tranquilo, aunque me gustaría jugar de nuevo en Primera División", señaló.
En uno de los grandes momentos de su carrera, el delantero está decidido a vivir el presente. "Todavía no pienso en el futuro, me quedan varios años de carrera y por lo pronto voy a disfrutarla. Después ya se verá", explica con el buen humor lógico de quien, con 31 años, sigue escribiendo historia. A puro gol, como es su costumbre.