Destino SudáfricaLa selección brasileña de fútbol partió rumbo a Sudáfrica llevando en el equipaje el sueño de alcanzar el hexacampeonato en la Copa del Mundo, después de una reunión privada que mantuvo con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Lula recibió a la selección en su residencia oficial, el Palacio de Alvorada, y luego de un abrazo con el entrenador, Carlos Bledorn Verri 'Dunga', mantuvo una reunión a puertas cerradas con todos los jugadores y la comisión técnica.
La esposa de Lula, Marisa Leticia, recibió a los jugadores vestida con una camiseta de la seleción, al tiempo que Lula mantenía a un costado un animado diálogo con el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira.
"El presidente habló con los jugadores y les transmitió un mensaje de confianza. No les habló como presidente, sino como uno de los muchos millones de hinchas brasileños que confían en ese equipo", dijo sobre el encuentro el ministro de los Deportes, Orlando Silva.
A la salida de ese reunion, que duró unos 45 minutos, la selección se trasladó a la Base Aérea de Brasilia y embarcó en un vuelo privado hasta Johannesburgo, donde hará su preparación final antes de debutar en la Copa del Mundo el 15 de junio contra Corea del Norte.
El conjunto auriverde, uno de los favoritos al título en Sudáfrica, embarcó en un avión completamente decorado con frases de aficionados enviados desde todo el país.
"Nuestro sueño viaja a bordo de este avión. Traigan ese sueño realizado. Simone, Sao Paulo" o "Hasta las cebras serán hinchas de la selección. Gustavo, Fortaleza", se leía entre decenas de mensajes pintados sobre el fuselaje de la aeronave.
Numerosos hinchas se reunieron frente al Palacio de Alvorada y a la entrada de la Base Aérea, pero no lograban esconder su frustración al no poder ver a los jugadores sino apenas un gigantesco autobús con los vidrios oscuros.
Cita con la historia
La selección brasileña embarcó rumbo a Sudáfrica con la enorme responsabilidad de justificar el favoritismo que se le atribuye pero también con el desafío de borrar la desastrosa actuación en el Mundial de Alemania-2006, donde fue eliminada en cuartos de final.
Antes de viajar a Sudáfrica, la selección se 'atrincheró' por cinco días en la sureña ciudad de Curitiba, en las instalaciones del club Atlético Paranaense, donde realizó ejercicios físicos a puertas estrictamente cerradas al público y la prensa, quebrando una tradición de décadas.
En ese período en Curitiba, la selección por lo menos mostró que el astro Kaká está completamente recuperado de la lesión muscular que lo mantuvo alejado por varias semanas de los ejercicios con pelota.
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