Sin haber entrado nunca antes en una convocatoria, no se antoja tarea fácil soñar con formar parte de la lista definitiva de una selección que viene de triunfar en la Copa FIFA Confederaciones, que acaba de darse un paseo por la fase de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA y que, ya a finales de 2009, contaba con un grupo prácticamente definido para Sudáfrica 2010. Sobre todo, si se tiene en cuenta que el tiempo disponible para convencer a Dunga no supera los 270 minutos, repartidos en tres amistosos, antes de que el seleccionador tome una decisión definitiva.
Sin embargo, pese que su situación no se antojaba muy ventajosa a priori, Michel Bastos se aprovechó de que el seleccionador tenía la imperiosa necesidad de hacer pruebas para la posición de lateral izquierdo del equipo. El candidato le ganó el pulso al tiempo. Bastos no se dejó intimidar, plantó cara a la presión y se entregó en los entrenamientos como si de una gran final se tratara. Convenció a Dunga.
En su tercera oportunidad como titular con la Seleção, contra Irlanda en marzo de 2010, Bastos recibió los elogios del seccionador y, de paso, solventó los problemas que arrastraba el técnico para ocupar su desprovisto lateral izquierdo. El 11 de mayo, cuando se anunció la lista definitiva, la inclusión del zaguero no sorprendió. “Sabía que tenía poco tiempo para conquistar la plaza y que las oportunidades eran escasas, pero siempre confié en mis posibilidades”, confiesa a FIFA.com el jugador del Lyon.
“Aún no he acabado de asimilarlo del todo, porque hasta hace seis meses ni se me pasaba por la cabeza que algún día lo conseguiría. Sólo era un sueño, pero se ha hecho realidad”, declara el internacional, al tiempo que describe como “extraordinaria” la oportunidad de participar en el que será su primera Copa Mundial de la FIFA.
Regreso a los orígenes
En el combinado brasileño, además de verse inmerso en una carrera contra el reloj, Michel Bastos tuvo que readaptarse a una posición en la que no jugaba desde que emigró a Francia, hace casi tres años. Formado como lateral izquierdo, Bastos jugaba más adelantado en el Lille. El cambio no pareció incomodarlo, sino más bien al contrario. En dos temporadas, Bastos causó sensación con sus goles y sus pases, y desató una frenética carrera por su fichaje entre los grandes del fútbol francés. Al final, el Lyon se llevó el gato al agua, después de abonar 18 millones de euros por los servicios del sudamericano.
Bastos, uno de los encargados de subir balones hasta el ataque en el club lionés, ha disfrutado de otra buena temporada, en la que ha ayudado a su equipo a alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA y a proclamarse subcampeón de la liga francesa. Consciente de su extraordinario momento de forma, el brasileño acepta de buen grado regresar al lateral con la selección de su país, e incluso echa mano de un refrán para explicar su regularidad.
“En Brasil jugué de lateral durante casi cinco años, pero, cuando llegué al Lille, me pusieron de volante, de extremo izquierdo y hasta de delantero. Es lo mismo que ha ocurrido con muchos otros laterales brasileños que juegan en Europa. Por suerte, el proceso de readaptación ha sido rápido. Para mí es como andar en bicicleta: nunca te olvidas”, explica divertido.
En los partidos contra Inglaterra, Omán e Irlanda, Bastos se mostró relativamente tímido a la hora de incorporarse al ataque, en un claro intento por no cometer errores en defensa. No obstante, el zaguero espera ir soltándose poco a poco para encontrar el equilibrio en su zona. “Dunga me ha llamado por mi regate, mi velocidad y mi potente disparo. Pero, afortunadamente, también pude demostrar mis habilidades defensivas en los partidos que me concedió”, asegura. “Al mismo tiempo, el técnico me dio libertad para desplegar mi fútbol y sólo me pidió que no me olvidara de atacar”.
Capaz de alternar posiciones con facilidad, este jugador de 26 años se pone a disposición del equipo para ayudar en lo que haga falta. “Me considero en la misma situación que Daniel Alves o que otros jugadores polivalentes. Pienso que Dunga tiene muchas opciones, pero no creo que deba colocarme más adelantado”, apunta.
Momento de integrarse
Bastos ha regresado de inmediato a Brasil tras la conclusión de la temporada en Europa. Esta semana, la orden ha sido descansar antes de afrontar un nuevo desafío a partir del viernes, cuando empezará la concentración del equipo. Ahora que tiene tiempo para prepararse, el zaguero espera dedicarse a lo que no ha podido hacer hasta ahora: integrarse en el equipo.
“Cuando llega un jugador nuevo, los compañeros que llevan más tiempo necesitan tiempo para acostumbrarse. Por eso, este periodo de preparación va a ser importante”, apunta. “Si formas parte de un grupo de calidad, la tuya sube automáticamente. Eso es bueno, lo hace todo más fácil”.
Después de ganar la carrera por entrar en la lista para Sudáfrica, Bastos confía en adjudicarse otra victoria, esta vez en un duelo. El futbolista del Lyon sabe que, a pesar de todo, Gilberto es el jugador que ha ocupado más veces el lateral desde la llegada de Dunga (21 partidos). Por eso, a Bastos le toca pisar el acelerador para asegurarse de que el dorsal 6 sea suyo el 15 de junio, en el partido contra la RDP de Corea, donde Brasil se estrenará en esta fase final. “No creo que haya un jugador más titular que otro. Todo va a depender mucho del periodo de preparación previo al Mundial y del estado físico de cada futbolista. Lógicamente, espero ser titular y me entregaré al máximo para conseguirlo”, asegura.
Sin embargo, pese que su situación no se antojaba muy ventajosa a priori, Michel Bastos se aprovechó de que el seleccionador tenía la imperiosa necesidad de hacer pruebas para la posición de lateral izquierdo del equipo. El candidato le ganó el pulso al tiempo. Bastos no se dejó intimidar, plantó cara a la presión y se entregó en los entrenamientos como si de una gran final se tratara. Convenció a Dunga.
En su tercera oportunidad como titular con la Seleção, contra Irlanda en marzo de 2010, Bastos recibió los elogios del seccionador y, de paso, solventó los problemas que arrastraba el técnico para ocupar su desprovisto lateral izquierdo. El 11 de mayo, cuando se anunció la lista definitiva, la inclusión del zaguero no sorprendió. “Sabía que tenía poco tiempo para conquistar la plaza y que las oportunidades eran escasas, pero siempre confié en mis posibilidades”, confiesa a FIFA.com el jugador del Lyon.
“Aún no he acabado de asimilarlo del todo, porque hasta hace seis meses ni se me pasaba por la cabeza que algún día lo conseguiría. Sólo era un sueño, pero se ha hecho realidad”, declara el internacional, al tiempo que describe como “extraordinaria” la oportunidad de participar en el que será su primera Copa Mundial de la FIFA.
Regreso a los orígenes
En el combinado brasileño, además de verse inmerso en una carrera contra el reloj, Michel Bastos tuvo que readaptarse a una posición en la que no jugaba desde que emigró a Francia, hace casi tres años. Formado como lateral izquierdo, Bastos jugaba más adelantado en el Lille. El cambio no pareció incomodarlo, sino más bien al contrario. En dos temporadas, Bastos causó sensación con sus goles y sus pases, y desató una frenética carrera por su fichaje entre los grandes del fútbol francés. Al final, el Lyon se llevó el gato al agua, después de abonar 18 millones de euros por los servicios del sudamericano.
Bastos, uno de los encargados de subir balones hasta el ataque en el club lionés, ha disfrutado de otra buena temporada, en la que ha ayudado a su equipo a alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA y a proclamarse subcampeón de la liga francesa. Consciente de su extraordinario momento de forma, el brasileño acepta de buen grado regresar al lateral con la selección de su país, e incluso echa mano de un refrán para explicar su regularidad.
“En Brasil jugué de lateral durante casi cinco años, pero, cuando llegué al Lille, me pusieron de volante, de extremo izquierdo y hasta de delantero. Es lo mismo que ha ocurrido con muchos otros laterales brasileños que juegan en Europa. Por suerte, el proceso de readaptación ha sido rápido. Para mí es como andar en bicicleta: nunca te olvidas”, explica divertido.
En los partidos contra Inglaterra, Omán e Irlanda, Bastos se mostró relativamente tímido a la hora de incorporarse al ataque, en un claro intento por no cometer errores en defensa. No obstante, el zaguero espera ir soltándose poco a poco para encontrar el equilibrio en su zona. “Dunga me ha llamado por mi regate, mi velocidad y mi potente disparo. Pero, afortunadamente, también pude demostrar mis habilidades defensivas en los partidos que me concedió”, asegura. “Al mismo tiempo, el técnico me dio libertad para desplegar mi fútbol y sólo me pidió que no me olvidara de atacar”.
Capaz de alternar posiciones con facilidad, este jugador de 26 años se pone a disposición del equipo para ayudar en lo que haga falta. “Me considero en la misma situación que Daniel Alves o que otros jugadores polivalentes. Pienso que Dunga tiene muchas opciones, pero no creo que deba colocarme más adelantado”, apunta.
Momento de integrarse
Bastos ha regresado de inmediato a Brasil tras la conclusión de la temporada en Europa. Esta semana, la orden ha sido descansar antes de afrontar un nuevo desafío a partir del viernes, cuando empezará la concentración del equipo. Ahora que tiene tiempo para prepararse, el zaguero espera dedicarse a lo que no ha podido hacer hasta ahora: integrarse en el equipo.
“Cuando llega un jugador nuevo, los compañeros que llevan más tiempo necesitan tiempo para acostumbrarse. Por eso, este periodo de preparación va a ser importante”, apunta. “Si formas parte de un grupo de calidad, la tuya sube automáticamente. Eso es bueno, lo hace todo más fácil”.
Después de ganar la carrera por entrar en la lista para Sudáfrica, Bastos confía en adjudicarse otra victoria, esta vez en un duelo. El futbolista del Lyon sabe que, a pesar de todo, Gilberto es el jugador que ha ocupado más veces el lateral desde la llegada de Dunga (21 partidos). Por eso, a Bastos le toca pisar el acelerador para asegurarse de que el dorsal 6 sea suyo el 15 de junio, en el partido contra la RDP de Corea, donde Brasil se estrenará en esta fase final. “No creo que haya un jugador más titular que otro. Todo va a depender mucho del periodo de preparación previo al Mundial y del estado físico de cada futbolista. Lógicamente, espero ser titular y me entregaré al máximo para conseguirlo”, asegura.
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