Eliminatoria sudamericana :: Palermo, de película

El argentino Martín Palermo pertenece a ese grupo reducido de jugadores destinados a hacer historia. Hace diez años, en plena explosión futbolística, apareció en la tapa de todos los diarios del mundo por haber fallado tres penales en un mismo partido correspondiente a la Copa América de Paraguay.

Aquella experiencia le significó perder su lugar en el conjunto Albiceleste, al que no retornaría por varias temporadas. Ni siquiera lo lograría tras haber batido infinidad de récords. Hasta ahora, claro. La llegada de Diego Maradona coincidió con sus 200 goles en el fútbol argentino, entre los que se incluyen uno marcado desde atrás de mitad de cancha y uno de cabeza, hace apenas una semana... ¡a 38 metros de distancia del arco! Así, su llamado se volvió impostergable.

Pero este "optimista del gol", tal como lo describiera su ex entrenador Carlos Bianchi, tenía guardado un capítulo más para su historia: la redención con la camiseta nacional.

Corrían 93 minutos del partido entre argentinos y peruanos en el Estadio Monumental, y los fantasmas de la eliminación sobrevolaban junto a una tormenta inolvidable luego del inesperado gol de Hernán Rengifo. La afición insultaba al equipo y Diego Maradona lucía desolado en el banco de suplentes. Hasta que apareció él, con su nariz ensangrentada e impactante presencia para tocar un balón perdido, anotar el gol del desahogo y la locura en Argentina.

"La verdad que ni pensé en volver a vivir algo así. En el momento, con la lluvia y la desesperación es difícil pensar con claridad. Es un premio a todo mi sacrificio, uno de los momentos más felices de mi vida", reconoció tras el partido con la nariz inflamada y los ojos todavía rojos por el llanto. "Los hombres también lloran, claro que sí. Tanto sufrimiento... fue una emoción muy grande. Fue un gol para vivir y sentir de esa manera", agregó quien se ganó su lugar con dos goles en un encuentro amistoso contra Ghana, disputado una semana antes del decisivo partido ante los peruanos.

Claro que Palermo no se conforma con el gol, la ovación de la gente ni el reconocimiento de sus compañeros. Muy por el contrario, sabe que el choque del próximo miércoles ante Uruguay podría definir el capítulo más importante del cierre de su carrera. "Lo de hoy fue increíble, ojalá que me haya terminado de meter en el corazón de los hinchas argentinos, pero lo más importante será lo que pase en Uruguay. Será otra final, y tenemos que ir a jugarnos la vida".

"Fue San Palermo"

La nueva proeza de Palermo, que a lo largo de su carrera sufrió dos roturas de ligamentos en sus rodillas y otra insólita lesión, cuando se le cayó encima una valla publicitaria en el festejo de un gol del Villarreal, no pasó desapercibida para Diego Maradona: "¿Qué más se puede decir de Martín? En el entretiempo le dije que entrara y definiera el partido, aunque nunca lo imaginamos de esta manera. Fue otro milagro de San Palermo", reconoció entre risas.

"¿Con qué gol mío compararía el que hizo hoy?
Con ninguno. Los goles que hice en mi carrera fueron normales, pero milagros... milagros hace Palermo. Él entra y hace cosas increíbles. Por eso la gente me pedía que lo ponga, y tenían razón. Entra y saben todos que algo va a pasar", completó.

Sin embargo, no fue el único que se refirió a la hazaña del goleador. Javier Mascherano, capitán del equipo, reconoció que "Martín nos salvó a todos, hay que ser realistas. Lo de él ya es una película increíble, tiene un don y está tocado para aparecer en este tipo de momentos".

¿Habrá que cerrar su película aquí? Aparentemente no, al menos para el volante del Liverpool: "Ojalá que no termine acá, que eso suceda en otra ocasión. Con él en el Mundial estaría bien", sentenció ilusionado. Al parecer, al menos en la vida de Palermo, las segundas partes sí son buenas.