España candidato a Campeón en Sudafrica 2010?

Por el desquite en Sudáfrica

"Ocho de ocho, pocas selecciones puede decirlo. Es para estar orgullosos. Es un placer jugar en este equipo y estamos muy contentos por la clasificación", decía Cesc Fábregas tras el partido contra Estonia en el que España selló su billete a la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.

Será su 13er Mundial, el noveno consecutivo, y la ansiada cita africana se alcanza con una hoja de servicios impoluta. Ocho victorias en ocho partidos disputados en los que han anotado 21 goles y tan sólo han encajado dos. Es la selección menos goleada, junto con Países Bajos, de toda la zona europea.

"La fase de clasificación ha sido impecable", reconoce incluso el propio seleccionador español Vicente del Bosque, muy poco dado a este tipo de sentencias. Él mismo se sorprendía de que la clasificación matemática se retrasase tanto, dados los números de sus chicos. Mérito de su sorprendente escolta, Bosnia-Herzegovina. Cuando los expertos apuntaban a que Turquía y Bélgica serían los rivales de la Roja, se equivocaron. Los balcánicos están a un paso de conseguir un puesto en la repesca de los mejores segundos, y es que ya apuntaban maneras en el primer encuentro de este preliminar plantando cara a una España recién coronada en le Eurocopa 2008 que sólo pudo vencerles por la mínima en un trabajado partido.

Lección aprendida
Y aunque algunos ya le cuelguen el cartel de favoritos a los españoles, los jugadores y el cuerpo técnico no caerán en el error de confiarse. En su regreso a Sudáfrica, un año después de la Copa FIFA Confederaciones en la todo apuntaba a una final España-Brasil, con trofeo y récord de victorias consecutivas en juego, la Roja tropezó en el penúltimo escalón, y tuvo que conformarse con un tercer puesto tras caer sin excusas ante una selección de EEUU que le tomó la medida y supo neutralizar su juego. España tiene una cuenta pendiente en Sudáfrica.

Así que hay una palabra que se repite constantemente en las declaraciones de intenciones de los jugadores. "Iremos a Sudáfrica con humildad, con la misma que hemos afrontado la fase de clasificación. Sabemos que si tenemos buenos días es difícil que cualquier selección nos supere. Ahora es el momento de disfrutar", decía el delantero David Villa. "Tenemos una buena línea marcada, que hay que seguir con humildad demostrando nuestra fuerza partido a partido. Así iremos por el Mundial", corroboraba el defensa Carlos Marchena.

La vitola de Campeones de Europa o la de invictos no aseguran el éxito. No sólo lo confirma la experiencia de Sudáfrica 2009, sino también el último mundial. La Roja no perdió en los preliminares, aunque cinco empates le abocaron a la repesca, y en Alemania 2006, tras una deslumbrante fase de grupos, mordieron el polvo ante Francia. Tampoco se perdió (y sólo se firmaron dos empates) camino de Corea/Japón 2002, y la suerte se les torció en cuartos.

Desafíos
El grupo no ha cambiado en exceso respecto al que triunfó en Austria y Suiza en 2008. Apenas unos retoques para incorporar a algunos jóvenes que vienen pisando fuerte como el impresionante central Gerard Piqué, o el peligro del menudo Juan Mata como refresco en la delantera.

Curiosamente, los jugadores apenas celebraron en el césped del estadio Romano de Mérida la certificación de que estarán en el Mundial. "No ha sido nuestro mejor partido", repetían los jugadores, que aún así ganaron por 3-0. Tampoco les servía la justificación de los casi 35 grados de temperatura. "Hoy hemos estado más espesos que otras veces. No hemos manejado el balón con soltura", reconocía el técnico. Esas sensaciones de no haber correspondido al entregado público con un buen fútbol no les dejaron ánimos para muchas celebraciones. Alto nivel de auto-exigencia, sin duda.

Y si hay algo que tiene que mejorar esta España del toque construida sobre el talento de un centro del campo exquisito, es la alternativa. Es decir, buscar opciones con las que sacar adelante partidos en los que el rival sea capaz de bloquear la fluidez de Xavi y compañía. Un problema que los bloqueó ante Estados Unidos y que de se ha dejado sentir en fases de otros juegos.

Quedan unos nueve meses para la gran cita y por delante un largo camino de preparación para corregir errores, y también lleno de expectativas. Vuelven a estar listos Marcos Senna y Andrés Iniesta a quienes por lesión tanto se echó de menos en la Confederaciones. David Villa está a 11 goles de alcanzar al máximo goleador histórico de la Roja, Raúl (44).; Iker Casillas igualó el récord de 57 partidos sin encajar un gol con la selección que defendía Andoni Zubizarreta y ahora quiere destronarle como jugador con más partidos internacionales con España (le faltan 28) además de entrar en el privilegiado club de los 100 que sólo tiene dos socios: Raúl y Zubi.

"Hemos hecho méritos suficientes como para estar en el Mundial. El objetivo está cumplido. Ahora a ver si por fin se nos da bien una gran cita como un Mundial ", suspira el lateral Joan Capdevila. A ver si su sueño se cumple en una participación mundial, la 13, no apta para supersticiosos.