Park busca el desquite ante Messi
Park Ji-Sung había escrito el guión. Millones de surcoreanos lo habían leído y devorado. Era el 27 de mayo de 2009. La noche de la final de la Liga de Campeones de la UEFA. Un partido que el extremo del Manchester United, frustrado porque doce meses antes no había podido participar en el prestigioso choque, se propuso protagonizar.
Tan sólo habían transcurrido dos minutos del primer capítulo cuando su legión de admiradores rozó el infarto. Víctor Valdés, el guardameta del Barcelona, despejó a los pies de Park un tiro de Cristiano Ronaldo. Y en contra de lo que es habitual en él, el capitán se dejó llevar por los nervios. Su lanzamiento se marchó desviado.
De inmediato, Park se propuso reparar el daño. Pero un pequeño argentino tenía otras intenciones. Se llamaba Lionel Messi, y con su actuación condujo al Barcelona a un triunfo por 2-0.
Distinto escenario, misma batalla
Park y Messi se reencontrarán hoy en el Soccer City, esta vez enfundados en los colores de sus respectivas selecciones. Y el asiático está decidido a salir ahora vencedor, aun cuando la Albiceleste, provista de una constelación de estrellas en la que figura el actual Jugador Mundial de la FIFA, parta como abrumadora favorita.
“Argentina es el mejor equipo de nuestro grupo”, analiza Park. “Cuenta con muchísimos jugadores de primera línea. La gente dice que puede llegar a la final. Claro que somos dos selecciones de categorías diferentes, pero en este Mundial puede ocurrir cualquier cosa, y nosotros vamos a intentar dar una sorpresa”.
La República de Corea tiene motivos para el optimismo. Acude tras imponerse por 2-0 a Grecia, en un encuentro en el que Park marcó gracias a una sensacional acción individual y se convirtió en Jugador Budweiser del Partido.
“Si jugamos como un equipo, como hicimos contra Grecia, somos capaces de conseguir un buen resultado”, indica el atacante, de 29 años. “Puede que haya diferencias en cuanto a calidad, pero garantizo que nos entregaremos a fondo. Si las cosas nos salen bien, pienso que vamos a sorprender a mucha gente. Vamos a salir a ganar”.
Otra interesante anécdota del partido será el reencuentro de Park con quien fue compañero suyo en Manchester, su amigo Carlos Tévez. “Hemos jugado juntos, y me parece fantástico que vayamos a enfrentarnos ahora”, señala el ex jugador del PSV y del Kyoto Sanga. “Pero esto no es un amistoso, es el mayor escenario del fútbol; somos rivales y cada uno de nosotros hará lo posible por ganar”.
Si Park consigue superar a su amigo argentino y desquitarse de su último duelo ante Messi, los surcoreanos que hace un año aguardaban una celebración en Roma asistirán sin duda a una fiesta muchísimo mayor en Johannesburgo.
Park Ji-Sung había escrito el guión. Millones de surcoreanos lo habían leído y devorado. Era el 27 de mayo de 2009. La noche de la final de la Liga de Campeones de la UEFA. Un partido que el extremo del Manchester United, frustrado porque doce meses antes no había podido participar en el prestigioso choque, se propuso protagonizar.
Tan sólo habían transcurrido dos minutos del primer capítulo cuando su legión de admiradores rozó el infarto. Víctor Valdés, el guardameta del Barcelona, despejó a los pies de Park un tiro de Cristiano Ronaldo. Y en contra de lo que es habitual en él, el capitán se dejó llevar por los nervios. Su lanzamiento se marchó desviado.
De inmediato, Park se propuso reparar el daño. Pero un pequeño argentino tenía otras intenciones. Se llamaba Lionel Messi, y con su actuación condujo al Barcelona a un triunfo por 2-0.
Distinto escenario, misma batalla
Park y Messi se reencontrarán hoy en el Soccer City, esta vez enfundados en los colores de sus respectivas selecciones. Y el asiático está decidido a salir ahora vencedor, aun cuando la Albiceleste, provista de una constelación de estrellas en la que figura el actual Jugador Mundial de la FIFA, parta como abrumadora favorita.
“Argentina es el mejor equipo de nuestro grupo”, analiza Park. “Cuenta con muchísimos jugadores de primera línea. La gente dice que puede llegar a la final. Claro que somos dos selecciones de categorías diferentes, pero en este Mundial puede ocurrir cualquier cosa, y nosotros vamos a intentar dar una sorpresa”.
La República de Corea tiene motivos para el optimismo. Acude tras imponerse por 2-0 a Grecia, en un encuentro en el que Park marcó gracias a una sensacional acción individual y se convirtió en Jugador Budweiser del Partido.
“Si jugamos como un equipo, como hicimos contra Grecia, somos capaces de conseguir un buen resultado”, indica el atacante, de 29 años. “Puede que haya diferencias en cuanto a calidad, pero garantizo que nos entregaremos a fondo. Si las cosas nos salen bien, pienso que vamos a sorprender a mucha gente. Vamos a salir a ganar”.
Otra interesante anécdota del partido será el reencuentro de Park con quien fue compañero suyo en Manchester, su amigo Carlos Tévez. “Hemos jugado juntos, y me parece fantástico que vayamos a enfrentarnos ahora”, señala el ex jugador del PSV y del Kyoto Sanga. “Pero esto no es un amistoso, es el mayor escenario del fútbol; somos rivales y cada uno de nosotros hará lo posible por ganar”.
Si Park consigue superar a su amigo argentino y desquitarse de su último duelo ante Messi, los surcoreanos que hace un año aguardaban una celebración en Roma asistirán sin duda a una fiesta muchísimo mayor en Johannesburgo.
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