La muralla japonesa se ha curtido
El choque entre Japón y Camerún en el Grupo E de la Copa Mundial de la FIFA 2010 no deparó precisamente muchas ocasiones de gol, pero sí fue el escenario de una verdadera batalla física, que los nipones ganaron al imponerse por 1-0 en Mangaung/Bloemfontein.
No obstante, los Samuráis Azules tenían ante sí un rival de envergadura, unos cameruneses “muy potentes”, como indica Daisuke Matsui, antes de añadir: “Camerún es físicamente muy fuerte. La presión era enorme, aunque logramos resistir”.
Jean II Makoun extrae las mismas conclusiones que su adversario. Considera que el equipo africano no ha tenido suficiente pegada frente a un Japón replegado sobre sí mismo. “Hemos sido tímidos en ataque, y los japoneses se han defendido muy bien. Nos sometieron a presión y no cedieron a la nuestra”, se limita a explicar el mediocampista del Lyon.
La defensa, en concreto, se mostró intratable ante Samuel Eto’o, Makoun o Benoît Assou-Ekotto. El jugador del Inter de Milán fue el más peligroso de los Leones Indomables, si bien no consiguió abrir el cerrojo asiático. “Teníamos la misión de frenar a Eto’o”, confiesa el volante Makoto Hasebe. Y la cumplieron, ya que el flamante vencedor de la Liga de Campeones de la UEFA no pudo marcar, a pesar de dejar entrever su calidad en destellos intermitentes.
Un muro infranqueable
Es evidente que la retaguardia japonesa ha mejorado desde su llegada a Sudáfrica. Este lunes, en el estadio Free State, no recibió ningún gol, cuando en sus cuatro partidos de preparación le habían hecho nueve. “Ahora nuestros defensores se conocen mejor y juegan de memoria”, se alegra Matsui, mediocampista del Grenoble.
Assou-Ekotto, por la banda izquierda, cumplió a la perfección con la misión de enviar constantemente centros al área, confiando en el físico de sus compañeros. Pero Yuji Nakasawa y Marcus Túlio Tanaka se mantuvieron firmes en todo momento. Es una noticia inmejorable para el zaguero nacido en Brasil, que había marcado dos goles en propia meta durante los amistosos previos al torneo. “El juego aéreo de nuestros dos centrales ha sido excepcional. Los cameruneses lanzaron muchos balones al área, y ellos lo rechazaron todo. El rival tenía muchos jugadores peligrosos, pero hemos estado a la altura, sobradamente”.
Y, como prueba, Camerún únicamente sorprendió una vez a los hombres de Takeshi Okada, en un disparo lejano de Stéphane Mbia que se estrelló contra el larguero. “La suerte no nos ha acompañado”, sentencia contrariado el futbolista del Marsella.
El choque entre Japón y Camerún en el Grupo E de la Copa Mundial de la FIFA 2010 no deparó precisamente muchas ocasiones de gol, pero sí fue el escenario de una verdadera batalla física, que los nipones ganaron al imponerse por 1-0 en Mangaung/Bloemfontein.
No obstante, los Samuráis Azules tenían ante sí un rival de envergadura, unos cameruneses “muy potentes”, como indica Daisuke Matsui, antes de añadir: “Camerún es físicamente muy fuerte. La presión era enorme, aunque logramos resistir”.
Jean II Makoun extrae las mismas conclusiones que su adversario. Considera que el equipo africano no ha tenido suficiente pegada frente a un Japón replegado sobre sí mismo. “Hemos sido tímidos en ataque, y los japoneses se han defendido muy bien. Nos sometieron a presión y no cedieron a la nuestra”, se limita a explicar el mediocampista del Lyon.
La defensa, en concreto, se mostró intratable ante Samuel Eto’o, Makoun o Benoît Assou-Ekotto. El jugador del Inter de Milán fue el más peligroso de los Leones Indomables, si bien no consiguió abrir el cerrojo asiático. “Teníamos la misión de frenar a Eto’o”, confiesa el volante Makoto Hasebe. Y la cumplieron, ya que el flamante vencedor de la Liga de Campeones de la UEFA no pudo marcar, a pesar de dejar entrever su calidad en destellos intermitentes.
Un muro infranqueable
Es evidente que la retaguardia japonesa ha mejorado desde su llegada a Sudáfrica. Este lunes, en el estadio Free State, no recibió ningún gol, cuando en sus cuatro partidos de preparación le habían hecho nueve. “Ahora nuestros defensores se conocen mejor y juegan de memoria”, se alegra Matsui, mediocampista del Grenoble.
Assou-Ekotto, por la banda izquierda, cumplió a la perfección con la misión de enviar constantemente centros al área, confiando en el físico de sus compañeros. Pero Yuji Nakasawa y Marcus Túlio Tanaka se mantuvieron firmes en todo momento. Es una noticia inmejorable para el zaguero nacido en Brasil, que había marcado dos goles en propia meta durante los amistosos previos al torneo. “El juego aéreo de nuestros dos centrales ha sido excepcional. Los cameruneses lanzaron muchos balones al área, y ellos lo rechazaron todo. El rival tenía muchos jugadores peligrosos, pero hemos estado a la altura, sobradamente”.
Y, como prueba, Camerún únicamente sorprendió una vez a los hombres de Takeshi Okada, en un disparo lejano de Stéphane Mbia que se estrelló contra el larguero. “La suerte no nos ha acompañado”, sentencia contrariado el futbolista del Marsella.
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